domingo, 30 de octubre de 2016

¿Jóvenes ciudadanos/as?



Esta semana en la asignatura Programas de Animación Sociocultural, hemos trabajado y expuesto las ideas principales del texto Construyendo la Ciudadanía Juvenil de Jorge Benedicto, texto que trata sobre las políticas de juventud y hace hincapié sobre el concepto de ciudadanía y si el colectivo de jóvenes se podría considerar ciudadano.
Como en la entrada pasada, mi compañera Judith ya explicó las ideas más importantes de este interesante artículo, voy a sintetizar y voy a dar a conocer cuál es la conclusión general que sacamos de ella.
Para empezar, es importante hacerse estas preguntas: ¿Los/as jóvenes pueden considerarse un colectivo en nuestra sociedad? o ¿la juventud es un estado de transición de un colectivo a otro? ¿El Estado los considera un grupo en sí mismo? .
Cada país, estado, sociedad o cultura define el concepto de joven. Podemos encontrar que el concepto es difuso y no se puede establecer con exactitud quién es joven o no. Como se menciona en el Informe de la Juventud 2012, "el período durante el cual una persona es considerada <joven> difiere entre países en función del contexto nacional, del desarollo económico o de la propia cultura juvenil. La mayoría de los investigadores coinciden en subrayar que el periodo de la juventud está marcado por procesos transicionales claves como la adquisición de la independencia económica, la independencia residencial, la formación de la propia familia y la integración al mercado laboral" [Injuve(2012), p. 15]. Como observamos, en España la juventud es considerada una época de transición que deja atrás la adolescencia y da paso a la vida adulta. Al ser considerada un estado de transición, el Estado diseña unas estrategias para que los/as jóvenes puedan llegar a la adultez adecuadamente. Es ahí, en la adultez, cuando los/as jóvenes serán considerados ciudadanos/as. 


¿Y porque los/as jóvenes no son considerados/as ciudadanos/as? Porque uno de los aspectos más importantes que engloba la ciudadanía es la participación. En este caso, los/as jóvenes son considerados irresponsables y con desinterés en la participación de los problemas sociales. Por lo que sin participación, no hay ciudadanía. Todas las políticas de juventud van centradas en que estas personas vayan adquiriendo los valores necesarios para la participación y así llegar a la vida adulta y ser considerado/a ciudadano/a. Y es que el gran problema que ha habido con este tema, es que siempre se ha tenido la idea que participar es contribuir con la sociedad a través del trabajo remunerado. Es decir, era ciudadano la persona que trabajaba en la esfera pública, cobraba un salario por sus tareas desempeñadas y contribuía en la sociedad a través de impuestos. Por lo que ciudadano, hasta hace unos años, sólo eran considerados los hombres ya que las mujeres se ocupaban del trabajo no remunerado, el trabajo en la esfera privada. Actualmente, en plena crisis económica, son muchas las personas que se encuentran desempleadas (hombres, mujeres, adultos, jóvenes...) y no pueden participar en el sistema económico. De hecho, somos conscientes de que la juventud cada vez entra más tarde en el mercado laboral como consecuencia de continuar con su formación y llegar a niveles superiores del sistema educativo con el objetivo de poder conseguir en el futuro un mejor puesto de trabajo que les permita una cierta estabilidad. Por lo que, a partir de esta idea de participación, éstas personas no serían considerados/as ciudadanos/as.



Pero, ¿es cierto que los/as jóvenes no participan en la sociedad en la que viven? . No, no lo es. Los/as jóvenes también se involucran, como cualquier otro colectivo, en los problemas y temas sociales y participan. La clave está en la forma de participar. Los/as jóvenes son un colectivo heterogéneo, con características muy diferentes; por lo que su participación también es muy diferente y tienen un abanico muy amplio con respecto a formas de participación en la comunidad. Para los/as jóvenes participar no es sólo votar en las elecciones para elegir gobierno, sino que también participan colaborando en asociaciones, formando parte de partidos políticos, etc., y muchas otras formas que no son valoradas por el Estado. 

Y con respecto al abanico de posibilidades que tenemos los/as jóvenes para participar, voy a poner un ejemplo. Yo participo en la comunidad a través de voluntariados que me permiten conocer diferentes colectivos, realidades, necesidades y problemáticas que están presentes en nuestra sociedad. En cambio, tengo amigas que consideran que la participación es útil si está ligada a la política, por lo que están afiliadas a un partido político y desde dentro, proponen proyectos y realizan toda clase de acciones que ayuden a mejorar el bienestar del colectivo; otras personas son sensibles a las problemáticas de la comunidad y participan en la reivindicaciones que se llevan a cabo para mejorar la vida de las personas; y otros, simplemente participan yendo a votar a las elecciones correspondientes para elegir a nuestros representantes. Todo ello, es participación. Todo ello es igual de respetable y válido, por lo que no se debería limitar las vías que permiten a la ciudadanía involucrarse en todos aquellos aspectos que como personas, nos afectan. 

También es cierto, que en la actualidad la participación de los/as jóvenes en todas sus formas, esta disminuyendo, y puede decirse que la causa es la falta de escucha a este grupo. Así lo indica el Informe de Juventud de 2012, con respecta a la participación en asociaciones, que expresa que "en España la participación asociativa ha descendido de forma significativa y, paulatinamente, a lo largo de las últimas décadas, y muy especialmente desde el año 2000. Hasta esa fecha se contabilizaba la pertenencia global a asociaciones (independientemente del tipo y contenidos de las entidades) en el entorno del 40% de la población joven. En 2004 el número de jóvenes asociados se había reducido a la cuarta parte del colectivo y en el momento actual no se alcanza el 25% de jóvenes que tengan una vinculación actualizada con asociaciones u organizaciones colectivas (en concreto es un 22%)" [p. 231]


Fuente: Informe de la Juventud (2012)


Los/as jóvenes, a pesar de las diferencias que podemos encontrar entre ellos/as, forman un colectivo que tiene intereses, problemas y necesidades generales como lo tiene, por ejemplo, el colectivo infantil o el de tercera edad. Por lo que necesitan voz y que el Estado los escuche para expresar todo aquello que necesita respuesta. Al estar todas las políticas orientadas a la entrada de la adultez y no a dar respuesta a todos aquellos aspectos mencionados anteriormente, este grupo se siente impotente y la sensación "mi participación no sirve para nada" aflora. 
Es muy fácil criticar al colectivo pero no dar la oportunidad de participar en la esfera pública. Es como una cuerda que, cuando los/as jóvenes dan finalmente el paso de participar en algo, ésta se tensa y los/as muchachos/as deben retroceder.  



¿Cómo podemos conseguir que la juventud sea considerada ciudadana? La clave está en dotar de esos valores que menciona el autor, necesarios para la ciudadanía a través de la educación formal e informal, a las personas desde pequeñas. También es importante considerar a los/as jóvenes como un colectivo: 1) Conocer al grupo en sí, sus problemas, necesidades e intereses; 2) Conocer sus formas de participación y 3)Dejarles espacios para que participen activamente en la comunidad. Y por último, educar a los/as niños/as en autonomía y participación y conseguir que trabajen en grupo todos aquellos aspectos que les motivan o afectan con la finalidad de que practiquen la participación y puedan hacerlo sin esperar a llegar a la vida adulta. El comienzo se debe dar en la escuela, para que los/as niños/as se vayan familiarizando con la participación.




Con sentimiento de pertenencia a un grupo, reconocimiento, con voz y con alguien que escuche, los/as jóvenes se empoderarán y serán partícipes de todo aquello que suceda en nuestra sociedad. Al fin y al cabo, los/as jóvenes son el futuro, por lo que hay que tenerlo muy en cuenta si queremos que las sociedades avancen. Ya pasó con el Movimiento 15M. Los/as jóvenes indignados/as salieron a la calle a protestar y a tomar espacios públicos para que se les escuchara. Si se hizo una vez, ¿por que no van a ocurrir más veces?.
Para finalizar, adjunto un pequeño vídeo de una Diputada Mexicana que exige la atención integral de la juventud para el crecimiento favorable del mismo colectivo y de la sociedad mexicana :



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